La petrolera YPF incrementó este lunes el precio de sus combustibles en un 4%, tal como habían acordado las empresas refinadoras de crudo con el Gobierno nacional, y se suma a lo implementado este domingo por Raízen Argentina, licenciataria de la marca Shell. Además de YPF, los aumentos también fueron aplicados por las empresas Axion y Puma.
Los nuevos precios de referencia de YPF en la ciudad de Buenos Aires son, para la nafta súper, de 156,80 pesos por litro; la nafta premium, 197,40 pesos; el diesel 500, 168,40, y el diesel premium, 236 pesos, de acuerdo a un relevamiento en las estaciones de la red.
A su vez, en Shell el precio de la nafta súper quedó por encima de 162 pesos el litro, mientras que en algunas estaciones se paga hasta 166 pesos. La premium V-power superó los 200 pesos. A su vez, el valor del diésel asciende a 182 pesos y el diésel premium a 237 pesos.
El aumento unificado abarca a las petroleras que controlan más del 90% del mercado. En este caso, a partir del acuerdo alcanzado por el gobierno con las refinadoras por cuatro meses y con la intención oficial de extenderlo por cuatro meses más, hasta julio inclusive.
A fines de noviembre, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció el acuerdo con las petroleras para que los combustibles participen del programa Precios Justos, abonando lo que el gobierno plantea como objetivo: «recorrer un sendero de tranquilidad».
Las empresas aplicaron en diciembre un primer incremento en el marco de este entendimiento, pero en enero aceptaron que el aumento pautado se aplique a partir del 15 de enero, para evitar un mayor impacto sobre el índice de precios en el primer mes del año.
Al momento de presentar el acuerdo, Massa agradeció la incorporación al mismo de YPF, Raizen (marca Shell), Trafigura (Puma) y Pan American Energy (Axion). “Es un acuerdo en el cual el Estado se compromete a poner en garantía el acceso a divisas para las empresas, sobre todo para el abastecimiento de lubricantes, a reducir temporalmente impuestos en la importación de combustibles a los efectos de garantizar abastecimiento para los sectores del agro, sobre todo durante los meses de enero y febrero, son los más importantes», explicó el ministro en la oportunidad, detallando las contraprestaciones con las que se beneficarían las empresas.