La CGT y las cámaras empresarias acordaron hoy un nuevo salario mínimo, vital y móvil en tres tramos no acumulativos de 26,6%, con revisión en julio próximo, por lo que ese ingreso será de 80.342 pesos desde el 1° de abril, de 84.512 a partir del 1° de mayo y de 87.987 pesos desde el 1° de junio.
En tanto, la CTA que lidera Hugo Yasky se abstuvo en la votación y, su par Autónoma (CTAA) de Hugo Godoy, rechazó la propuesta y anunció una medida de fuerza para abril.
Acorde a lo negociado entre la parte gremial y la empresarial, bajo la mirada del Ministerio de Trabajo, a cargo de Kelly Olmos, la suba se dividirá en tres tramos, un 15,6% en abril, 6% en mayo y un 5% en junio.
Se revisará en la segunda semana de julio y se tomará como base el salario de marzo de 2023, de $ 69.500.
De este modo, en términos nominales, el salario mínimo vital y móvil pasará a ser de $ 80.342 a partir del 1 de abril, $ 84.512 a partir del 1 de mayo y $ 87.987 a partir del 1 de junio. Equivale a poco más de $ 18.000 de diferencia entre marzo y julio del presente año.
Durante la reunión del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil, que se realizó de manera virtual, el Gobierno había propuesto una suba del 37% para el salario mínimo para lo que restaba de la primera mitad del año. La propuesta, según fuentes que participaron de la negociación, hablaba de un incremento de un primer tramo fuerte del 26% en abril, seguida de dos refuerzos del 6% en mayo y del 5% en junio.
Además, este acuerdo tomaría de base el sueldo de diciembre de 2022, de $61.953 y se reabriría una nueva instancia de negociación en el Consejo a partir de la segunda quincena de julio, para actualizar el porcentaje.
Desde la Central de los Trabajadores y las Trabajadoras de la Argentina (CTA) apoyaban la propuesta del Ministerio de Trabajo siempre y cuando se tomara como base el último salario de marzo de 2023, de $69.500. Por su parte, el moyanismo, dentro de la CGT, lo había calificado de insuficiente, mientras que la CTA Autónoma reclamaba que el porcentaje se estirara hasta el 50% con base en el salario de marzo y la opción de convocarse otra vez en julio.
Finalmente, tras una larga negociación, el Plenario del Consejo aprobó un aumento de 26,6%, en tres tramos, con 30 votos positivos, una abstención y un voto negativo.
Tras acordar el aumento para el segundo trimestre del año, el Consejo fijó una nueva convocatoria para el 15 de julio próximo.
Se calcula que el nuevo piso salarial definido hoy impactará en unos 400.000 trabajadores que se encuentran fuera de convenio. Adicionalmente, lo que se defina respecto de los salarios impactará sobre el monto que perciben los beneficiarios de los planes sociales como el Potenciar Trabajo, pero también sobre los programas Acompañar o las Becas Progresar.