La conducción de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (Agtsyp) ratificó que este miércoles paralizará los servicios de las líneas B y C del subterráneo desde las 5:30hs hasta las 7:30hs, en demanda de «la inmediata reducción de la jornada laboral para gozar de dos francos».
Un documento firmado por los secretarios general y adjunto, Roberto Pianelli y Néstor Segovia, indicó que el gremio y los funcionarios porteños mantuvieron durante meses «sucesivas audiencias y reuniones privadas» en demanda de ese reclamo, y sostuvo que la entidad gremial demostró «su buena predisposición para alcanzar un entendimiento».
«La organización sindical lamentablemente no recibió hasta ahora una respuesta positiva de la concesionaria Emova y sólo evasivas de la empresa Sbase», afirmó el documento difundido por Enrique Rositto, secretario de Prensa de la organización sindical.
«La necesidad de reducir la jornada semanal se motiva en cuestiones de salud para disminuir la exposición al asbesto, un mineral cancerígeno cuya presencia en la red subterránea fue descubierta en 2018. El gremio solicita disculpas a los usuarios para el caso de que sus viajes sean afectados», señalaron los dirigentes gremiales.
Paro de Subtes: comunicado de Emova
Emova publicó un comunicado acerca de la «Medida de fuerza gremial en las Líneas B y C»:
«Ante el anuncio de una medida de fuerza que afectará a los usuarios de las Líneas B y C mediante la interrupción del servicio el día 29 de marzo entre las 05:30hs y 07:30hs; Emova, concesionaria de la red de Subtes de Buenos Aires, lamenta que estas medidas sindicales perjudiquen directamente a los usuarios, en una franja horaria muy sensible en que el Subte es utilizado mayormente para trasladarse a sus respectivos trabajos o actividades educativas.», indicaron.
La compañía indicó que asistió a todas las audiencias desarrolladas por las autoridades laborales de la Ciudad, «manifestando en reiteradas oportunidades su disposición a analizar cambios en sus esquemas de trabajo». En este sentido, indicaron que «resulta inviable reducir una jornada de 36 horas sin afectar las actividades de operación y mantenimiento de la red de Subte».
«El incremento en la cantidad de francos pretendido según plantea el sindicato, manteniendo la actual jornada diaria de 6 horas implicaría una disminución de 36 a 30 horas semanales. Este resultado es incompatible con una operación adecuada del servicio y por debajo de niveles apropiados de productividad», justificaron desde Emova.