El valor promedio de las expensas de los edificios en la Ciudad de Buenos Aires fue en junio pasado de casi $50.000, con lo cual los gastos consorciales en los últimos 12 meses promediaron aumentos de hasta el 120%.
Según ConsorcioAbierto, un software para administraciones de consorcios, la expensa promedio en edificios de vivienda fue de $47.256 para el mes de junio y en muchos casos esa cifra equiparó a lo que se paga de alquiler. Si se tiene en cuenta que, de acuerdo con el portal inmobiliario Zonaprop, el alquiler de un departamento de dos ambientes en CABA promedió los $158.328 en junio, el costo de la vivienda para un inquilino superaría los $200.000 mensuales.
“El aumento en las expensas en la mayoría de los Consorcios ha superado el 100% en los últimos 12 meses, llegando incluso al 120% o más”, aseguró David Loisi de la Liga del Consorcista.
¿Por qué subieron las expensas en la ciudad de Buenos Aires?
Según el especialista, esta suba tiene lugar por múltiples factores. “En principio se debe al aumento al personal, donde se incrementan no sólo los sueldos, sino también las participaciones que se llevan el Estado y el gremio de Encargados (Suterh) en forma de cargas sociales que salen del bolsillo de los propietarios e inquilinos por igual”. “Pero no es sólo eso lo que aumenta. Además, hubo incrementos en la energía y los abonos”, agregó.
Loisi explicó, en ese sentido, que los edificios suelen tener cargos fijos a través de abonos de mantenimiento de ascensores, limpieza de tanques, seguridad, servicios de liquidación de expensas, etc. “Todo eso ha aumentado considerablemente, siguiendo la inflación real”, agregó el especialista.
La suba de las expensas implica esfuerzos adicionales para los exhaustos bolsillos de inquilinos y propietarios en un contexto de alta inflación y bajos ingresos. “Cuando las expensas aumentan, son lo primero que se deja de pagar por parte de quienes no llegan a fin de mes, y eso contribuye, en un círculo vicioso, a que haya más morosidad. La morosidad está en alrededor del 30% del total del edificio en promedio”, comentó Loisi.
Respecto de las expensas, es necesario aclarar que la propia legislación las define de distinta forma según quién las pague. Los gastos que no correspondan a servicios que usa el inquilino o que representen gastos que hacen a un mantenimiento imprevisto (por ejemplo, el pago de indemnizaciones laborales, la pintura del hall de entrada, el cambio de un ascensor, etc.) no debe pagarlos el inquilino.
En este sentido, el especialista consultado por señaló que “no importa´ lo que el administrador establezca en las expensas: el inquilino debe manejar el tema con el propietario y descontar de lo que paga mensualmente los gastos que no sean ordinarios, es decir, que sean imprevistos”.
Las expensas son un rubro problemático en la vida consorcial porque suelen esconder gastos abultados de manera injustificada. Para Loisi “es fundamental el control que hagan los propietarios, que a veces por desidia, no hacen”. “Ese control no alcanza con ver las expensas desde un app, sino que hay que revisar la facturación, concurrir a las asambleas, imponer topes en los cobros, buscar presupuestos y optimizar el uso de los recursos comunes del edificio”, aconsejó.