El índice de desocupación bajó al 6,3% en el cuarto trimestre del 2022, ubicándose por debajo del 7% registrado en igual período de 2021, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La subocupación demandante, que comprende a las personas que trabajan hasta 35 horas semanales y quiere sumar más horas, alcanzó en el último trimestre del año pasado el 7,1%, por debajo del 8,6% de igual período del 2021.
En tanto, la subocupación no demandante se ubicó en 3,8%, frente al 3,5% del cuarto trimestre del año anterior.
Todas estas variaciones se produjeron en un año en que el PIB creció 5,2% y la inflación fue del 94,8%, según datos oficiales.
La tasa de empleo, por su parte, se situó en el 44,6%, con un incremento de un punto porcentual respecto a igual período de 2021.
La tasa de actividad se ubicó en 47,6%, lo que representó una población económicamente activa de 14 millones de personas.
En tanto, en el total comprendido en la tasa de empleo, el 73,6% son asalariados, de los cuales el 35,5% no cuenta con descuento jubilatorio; mientras que el 22,4% trabajan por cuenta propia, el 3,6% son patrones y el 0,4% son trabajadores familiares sin remuneración.
«Finalizado el año 2022 se puede ver la continuidad de la recuperación de la mano de obra tal como sucedió en 2021. En principio, podría decirse que el empleo creado es de calidad, ya que la informalidad entre los asalariados se reduce, lo mismo que la subocupación demandante (menos de 35 horas semanales). Pero hay que tener en cuenta que los monotributistas o los independientes informales (proxy de empleos de baja calidad) no son estrictamente relevados por estas estadísticas», señaló la consultora LCG.
Dentro del grupo de personas asalariadas, en la comparación interanual aumentó la proporción de quienes no tienen descuento jubilatorio, que pasó del 33,3% a finales del 2021 hasta el 35,5% en el último cuatrimestre de 2022.
En cuanto a la población desocupada, se observa un aumento relativo de 6 puntos porcentuales, de 44,6% a 50,6%, de la porción de personas con calificación operativa.
Por otro lado, se observó un descenso relativo de 4,4 puntos porcentuales en el grupo de personas sin calificación que pasó del 41,7% a 37,3%.
«La tasa de desocupación continúa en valores bajos respecto a los que había antes de la pandemia (8,9% en el cuarto trimestre de 2019), siendo récord por lo bajo desde los años ’90», afirmó LCG.
Con respecto a las ramas de actividad de la población desocupada, se destaca una disminución relativa de 3,5 puntos porcentuales en el caso de la construcción (19,4% a 15,9%) y de 2,7 puntos porcentuales en el grupo de servicio doméstico (13,5% a 10,8%).
La desocupación es levemente más alta entre las mujeres (6,7%) que entre los varones (6%).
En cuanto a los grandes centros urbanos, Mar del Plata, con el 8,8%, es la que registra mayor nivel de desocupación; seguida por Río Gallegos, con el 7,9%; los partidos del Gran Buenos Aires, con el 7,8%; San Miguel de Tucumán, 7,1%; y Santa Rosa (La Pampa), con el 7%.
Los registros más bajos, por su parte, se anotaron en Santiago del Estero, con el 1,6%; Comodoro Rivadavia, 2,1%; Viedma-Carmen de Patagones, 2,2%; San Luis, 2,4%; Formosa, 2,6%; San Juan, 2,9%; Posadas, 3,1%; y Ciudad de Buenos Aires, 3,9%.
En la comparación con el tercer trimestre de 2022, la tasa de actividad se mantuvo constante y alcanzó en ambos períodos 47,6%.
Con la excepción de Tucumán, que en diciembre de 2022 tuvo un nivel de empleo privado registrado 2,89% inferior respecto al existente antes de la pandemia, en 18 provincias se verificaron incrementos del orden del 5% o más respecto de febrero de 2020.