La AFIP detectó irregularidades impositivas y laborales en una serie de operativos llevados adelante en locales gastronómicos de alta gama.
El organismo conducido por Carlos Castagneto constató que los establecimientos habían omitido declarar ventas y, además, mantenían a sus empleados con inconsistencias en su registración.
Las áreas especializadas de la Dirección General Impositiva (DGI) y de la Dirección General de Recursos de la Seguridad Social (DGRSS) habían advertido en 51 restaurantes que las ventas declaradas y las informadas por las tarjetas de crédito tenían diferencias significativas y, en otros casos, tenían ingresos inferiores a sus costos operativos.
Ante esta situación, la AFIP notificó a estos contribuyentes para que regularicen su situación.
Las tareas de fiscalización y control se complementaron con inspecciones presenciales que permitieron comprobar desvíos de hasta 100% respecto a lo declarado.
En ese sentido, la omisión de las ventas asciende a $2.100 millones, por lo que los agentes del organismo realizaron 37 actas de infracción.
Por otro lado, se relevaron un total de 635 trabajadores, de los cuales el 42% presentaba algún tipo de irregularidad.