A partir del 1° de enero las escalas y las deducciones del Impuesto a las Ganancias de la cuarta categoría subirán el 78,8% lo que significa que mayor cantidad de personas quedarán alcanzadas por el tributo. La suba se aplica en función de la evolución de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Registrados (RIPTE) de octubre, el indicador que elabora el Ministerio de Trabajo.
Como la suba de las escalas del impuesto se aplican desde el primer día hábil de cada año va a quedar muy abajo de la inflación, que va a acumular en 2022 cerca del 100%, de modo que en las escalas más altas los trabajadores pasarán a pagar alícuotas superiores más rápidamente.
Técnicamente, los empleados que ganen $173.834 deberían pagar una alícuota del 5%; los que perciban entre esa cifra y $347.669, el 9%; y los que llegan hasta $521.503, el 13%. Pero por efecto del aumento de la deducción especial incrementada por ley, aunque están alcanzados, no pagarán.
Así, el piso del Impuesto a las Ganancias para los asalariados pasará de los actuales $330.000 a $404.062 desde el próximo 1 de enero. El gobierno todavía no ha aplicado estos cambios, pero se estima que el Ministerio de Economía lo haga en los próximos días.
“Cuando la remuneración o haber bruto mensual sea mayor a los $404.062 y hasta la suma de $466.017, se va a poder computar un monto en concepto de deducción especial incrementada conforme a la reglamentación que dicte la Administración Federal de Ingresos Públicos”, y “cuando la remuneración o haber bruto mensual sea igual o superior a los $ 466.017 no corresponderá ninguna deducción especial adicional generando un perjuicio importante”.
Así las cosas, si el promedio de la remuneración mensual de 2023 supera los $404.062, entonces el aguinaldo del año próximo está íntegramente gravado por el impuesto a las Ganancias. En cambio, si el promedio mencionado no supera los $404.062, entonces estará exento hasta la suma de $202.031, es decir, la mitad.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Trabajo, el salario promedio de los trabajadores registrados fue en octubre pasado de $174.436,90, con un incremento del 5% respecto de septiembre y del 78,8% respecto de un año atrás. En ese período, la inflación varió 6,3% en la comparación intermensual y 88% en la interanual. Es decir, el salario promedio perdió casi 10 puntos en un año. Aun así, algunos asalariados van a tener que pagar el impuesto.