El dólar blue volvió a subir este martes, en medio de declaraciones de dudosa veracidad respecto del precio que tendrá la divisa luego de las elecciones.
En las cuevas del microcentro la versión ilegal se comercializó a $182 para la venta y $179 para la compra, su valor más alto en el año, ampliando la brecha con el tipo de cambio oficial a cerca del 90 %. El dólar oficial se ubicó en $ 95,73 pesos para la compra y a 101,37 para la venta, según el promedio de las diferentes entidades bancarias.
La semana pasada el blue experimentó un alza de 5 pesos (2,9 %) y en la primera quincena de julio se observa un aumento de $12 (7,1 %), con estos guarismos ya logro superar el incremento registrado el mes anterior. A su vez el Contado con Liquidación (CCL) registraba una suba cercana al 3 %.
El dólar paralelo viene de anotar tres subas mensuales consecutivas lo cual despertó especulaciones en torno al futuro del tipo de cambio.
En la arena política salió al ruedo el flamante candidato de Juntos por el Cambio en la Ciudad de Buenos Aires Roberto García Moritán, quien declaró en sucesivas entrevistas radiales que el dólar blue cotizaría a $400 una vez pasadas las elecciones. Según especialistas y analistas es un pronóstico descabellado que no tiene anclaje en la historia económica de nuestro país. El candidato plantea una suba de la divisa de 300% en un trimestre, un salto que solo se recuerda luego de la salida de la convertibilidad, aunque ese período llevo casi un año.
A pesar de los pronósticos alarmistas preelectorales en el día de la fecha el Banco Central alcanzó un nivel récord de compras, con 1000 millones de dólares. Con esta compra, la autoridad monetaria logró superar los 727 millones de dólares que embolsó a lo largo de junio pasado y continúa el ritmo de engrosamiento de sus reservas que le permitieron acumular unos 7500 millones en compras desde que empezó 2021, el nivel más alto en los últimos nueve años.
Las estimaciones devaluatorias carecen de sustento económico. En términos de equilibrio fiscal, las cifras de ejecución presupuestaria de los primeros cinco meses del año evidencian un déficit en el resultado primario de apenas el 0,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lejos del 2 por ciento del mismo periodo de 2020, en los que solo hubo dos meses de pandemia.
«Sin computar las transferencias del Banco Central al Tesoro, durante mayo los ingresos totales tuvieron una expansión de 41,5 por ciento interanual, básicamente explicada por el crecimiento de los ingresos tributarios, a lo que se suman 58.240 millones del Aporte Solidario en el marco de la pandemia», según el último informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso.