La apertura del mercado europeo a los cítricos orgánicos provenientes de Argentina representa una oportunidad. Pero, para que el país pueda aprovecharla sin comprometer el abastecimiento y los precios internos, se requiere de un incentivo a la inversión y un ordenamiento económico del que algunos especialistas tienen dudas.
“Siempre el acceso a mercados externos mejora la capacidad competitiva de un país”, explicó el economista Marcelo Elizondo y agregó que, el principal problema en Argentina es que por lo general “si se exporta más, eso impacta en los precios domésticos”, algo que relaciona con una economía muy desordenada internamente “que desalienta la inversión”.
Las gestiones del Senasa para que los cítricos orgánicos, especialmente la naranja y el limón, puedan ingresar en la Unión Europea después de 20 años fueron exitosas. “Supone un impacto positivo en la producción de cítricos orgánicos que hoy cuenta con 3.342 hectáreas cultivadas”, señalaron desde la entidad.
Más allá de la apertura, el problema de ahora en más podrían ser las restricciones no arancelarias. “Los cítricos tienen que estar libres de esas enfermedades. Para eso se hace un monitoreo muy estricto”, le comentó Diana Chediack, productora de limón y nuez pecán de Tucumán. “La UE abre el mercado, pero plantea altas exigencias”, comentó en el mismo sentido Elizondo.
Además, al tratarse de productos orgánicos, “disminuye la cantidad de producto por hectárea”, explicó Chediack. “En otro momento de nuestra economía el sobreprecio que se pagaba por un producto orgánico compensaba la disminución de la producción, pero en este momento los números son muy ajustados”, detalló la productora.
La oportunidad de exportar también mejora la reputación de los cítricos argentinos. Pero, para aprovechar esta reputación “Argentina tiene que producir más”, agregó Elizondo. Para que esto suceda, continuó, “tiene que aparecer un ordenamiento interno” que requiere un menor grado de “intervencionismo distorsivo” y un mercado más “abierto y flexible”.
“La mayoría de los países del mundo exportan y abastecen su mercado doméstico sin perjuicio para los consumidores locales”, subrayó. “En Argentina el problema es el desorden económico local y eso es lo que hay que corregir”.
Para Chediack el problema en los precios no está en el acceso a mercados externos, sino en los costos locales. “Lo que necesitamos es la disminución de la carga impositiva, y que el reintegro del IVA por los productos exportados se efectivice más rápido”, concluyó.