Los empleados estatales nacionales de la administración central recibirán un aumento del 23,2% para el bimestre septiembre-octubre, que no absorberá el bono de $60.000, y la paritaria se reabrirá en noviembre próximo.
El acuerdo llegó tras una reunión realizada en el ministerio de Trabajo, entre representantes del gobierno y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión Personal de la Nación (UPCN), los dos gremios mayoritarios que agrupan al personal del estado nacional.
En el encuentro presidido por la secretaria de Gestión y Empleo Público, Ana Castellani, se acordó que el aumento será liquidado, en dos tramos acumulativos del 11% en septiembre y 11% en octubre, alcanzando un 63,89% en el aumento total acumulativo en el periodo junio-octubre.
En la reunión se acordó también que el bono de $60.000 anunciado por el ministro de Economía, Sergio Massa, no será absorbido por la paritaria y será cobrado en dos tramos de $30.000 entre septiembre y octubre.
Los gremios estatales y el gobierno acordaron que la próxima revisión salarial paritaria se realizará en noviembre próximo. El secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, destacó que «el acuerdo nos va a permitir mantenernos por encima de la inflación».
Aguiar remarcó que se acordó que la suma fija «finalmente no será deducible de la paritaria como reclamaba ATE y el carácter acumulativo de la oferta permitirán que se sostenga el poder de compra de los ingresos en estos dos meses».
El dirigente de ATE expresó que el gremio «siempre quiso que la suma fija termine convirtiéndose en un refuerzo antiinflacionario y no tenía por qué ser absorbida por la paritaria».
«Esta negociación bimestral y con revisión inmediata nos permitirá monitorear de mejor manera la evolución de los precios y su impacto sobre los ingresos de los trabajadores del sector público», agregó Aguiar.